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martes, 17 de junio de 2014

Jabón y crema natural de membrillo y pomelo


Jabón y nutritiva llevan un macerado de aceite de oliva con frutas deshidratadas de pomelo y membrillo. A la crema le puse jalea real y agua floral de romero.
De las propiedades, qué os puedo decir. Imaginaos los beneficios que tiene el comer estas frutas para el organismo, pues untarlas sobre la piel con un combinado de aceites y mantecas es igual: fibra, vitamina C, potasio, magnesio, calcio… y pectina. Sí, ambas contienen esta fibra natural que tanto me gusta.
El pomelo hace cremas y jabones con alto contenido en tónicos para refrescar la piel. El membrillo, al igual que la manzana, la hidrata y suaviza. Su semilla contiene mucílago, fibra natural gelatinosa que, como la pectina, regula los mecanismos de transporte de agua, valioso aporte para cualquier producto cuya función sea la de hidratar. También es antiséptico.

Y ahora un jarabe para cabellos pobres y desnutridos: cocer en 700 gr. de agua 200 gr. de membrillo troceado durante media hora, incorporar una cucharada colmada de semillas de lino y continuar la cocción diez minutos más, colar y dejarlo reposar un día, habrá espesado. Utilizarlo como una mascarilla semanal o acondicionador (antes del último aclarado), para las raíces y puntas, notaréis brillo, fuerza y algo menos de caspa. Conservar el preparado en el frigorífico, una semana aguanta, para más tiempo debéis poner conservante.

Extender un poco de este preparado sobre los labios, si los tenéis agrietados y secos, va a dejarlos suaves.



  



Flor y fruto del membrillo




viernes, 23 de noviembre de 2012

Crema natural de aceite de caléndula con agua floral de lavanda




Somos lo que comemos. Cita muy utilizada en el campo de la nutrición y que cuesta llevarla a cabo. Los alimentos van a determinar lo que la sangre transporta a las células,  toxinas o nutrientes. Unas u otras se manifestarán en nuestro organismo con el paso de los años. Así que hay que pensarse dos veces qué vamos a llevar a la mesa.

Igualmente ocurre con la forma de alimentar nuestra piel. Es una esponja viva que absorbe todo lo que pongamos en ella, apenas tarda cinco segundos en introducirlo en el torrente sanguíneo. ¿Cosmética natural o convencional?. No debería plantearse como elección,  siempre natural. Además, es tan sencillo cuidar la piel desde casa. Un buen aceite de semilla, si no sabéis qué crema utilizar, es suficiente para nutrirla y tal vez, con el tiempo, si os animáis, podréis hacer vuestra propia crema, tan fácil como cocinar, al menos estaríais seguras de lo que os ponéis en la piel.

La mayoría de productos en cosmética convencional contienen ingredientes sintéticos que ofrecen una textura, un perfume, un color y una conservación, para su producción en cadena, a muy bajo coste y escasa calidad. Más de un 70% de su fórmula son derivados del petróleo. Componentes creados artificialmente y de poca afinidad con nuestra piel. Nada que ver con el extracto de una planta. Su estructura, como ser vivo, se asemeja bastante a la nuestra, por lo que nos garantiza la transmisión de sus propiedades favoreciendo el proceso de regeneración natural de la piel y, esto es importante, respetando su equilibrio.

Si buscáis una crema natural tenéis que leer la lista de ingredientes, ya sé que es pesado pero hay que hacerlo. En la mayoría de los casos los naturales están escritos en latín (nombre científico de las plantas), y los ingredientes de origen sintético son en inglés (nomenclatura química). Cuantos más nombres en latín, más componentes naturales. Y cuidado con la publicidad sofisticada, para esto, solo un poco de sentido común.

La crema lleva aceite de almendras dulces macerado con caléndula, aceite de argán, manteca de cacao y cera virgen. Con leche de almendras y agua floral de lavanda.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Jabón natural de propóleo y leche de avena




No hace mucho conocí a un apicultor, ya jubilado, que aún dedicaba parte de su tiempo a “cultivar abejas”. Apasionado de su trabajo, decía que le ayudaba a olvidarse de su enfermedad. Fue un gusto hablar con el. Me contó historias de estos bichitos que me dejaron impresionada, así que merecía la pena hacer un vídeo con parte de estos conocimientos que, rescatados del tiempo, no tienen que perderse.



Ya comenté en el blog, aunque de pasada, cómo limpio la cera cuando me la traen de las colmenas. En este vídeo colgué fotos y texto explicando todo el proceso.

El jabón es de propóleo, con aceite de argán, oliva, coco, aceite de almendras, cera virgen y leche de avena.




martes, 30 de octubre de 2012

Jabón natural con aceite de tomillo y rosas


Las plantas las maceré en argán. Oliva, coco, manteca de karité y cera virgen son los demás aceites. Con aroma de vetiver y cedro. Me apetecía un olor suave a madera, cálido y seductor.

Es un jabón con hechizo y se acompaña con una pequeña cantidad de ésta pócima: diez gotas de aceite de tomillo, cinco de rosas y una cucharada de aceite de prímula de atardecer, con ella podréis ver el mundo invisible de las hadas, les “encantan” estos aceites.













lunes, 22 de octubre de 2012

Jabones naturales con aceite de cáñamo





La aportación de este aceite a un jabón natural es excelente, ya sea en cosmética como en medicina. Es hidratante, emoliente, rico en ácidos omega 3 y 6 y vitamina E. Ideal para pieles secas o agrietadas, mejorando enfermedades de la piel como eczemas, psoriasis o alergias. Además sus propiedades antiinflamatorias le hacen muy útil para el tratamiento terapéutico del acné.

Pero en esta ocasión no es lo que quiero destacar. El cáñamo, por sus utilidades diversas, es quizás la planta milenaria más completa que existe. Leí que un autor muy reconocido de libros sobre el cáñamo ofreció una fortuna a quien lograse refutar científicamente su tesis que presenta a esta planta como solución sin parangón a numerosos problemas del mundo, incluyendo el hambre. Muchísimas necesidades básicas de nuestra cultura (fibras textiles, semillas y aceites, combustibles ecológicos, papel, plásticos vegetales, pinturas, etc) estarían cubiertas con ella.

Su resistencia a plagas y malas hierbas hace que apenas necesite productos químicos (tampoco durante su procesado), por lo que el suelo donde se cultiva será muy superior en calidad y rendimiento, inmejorable participación al mantenimiento del equilibrio ecológico.

Así que habrá que apostar por ella y este jabón será mi pequeña contribución.

Aceite de oliva, argán, cáñamo, coco y cera virgen. Con aceite esencial de vetiver.