jueves, 3 de diciembre de 2020

Jabón de bayas

 

“Durante la noche, el mundo descansa. Árboles, montañas, campos y rostros son liberados de la prisión de la forma y la visibilidad. Al amparo de las tinieblas, cada cosa se refugia en su propia naturaleza. La oscuridad es la matriz antigua. La noche es el tiempo de la matriz. Nuestras almas salen a Jugar. La oscuridad todo lo absuelve; cesa la lucha por la identidad y la impresión. Descansamos durante la noche”
-John O’Donohue-

Comprender y dejarse llevar por nuestro ritmo biológico hoy no es fácil, y eso que tenemos un estupendo reloj multicelular genéticamente programado, que libera al menos nueve hormonas para sincronizar nuestro organismo con los ciclos ambientales, sí, como un director de orquesta que dirige y coordina los cambios de ritmo de los músicos. Un estudio de los ritmos viene a considerar la melatonina como el “sincronizador estacional” siendo la luz solar el estimulante por excelencia para que la glándula pineal produzca esta hormona. Su secreción alcanza el máximo por la noche dependiendo de la intensidad de la luz ambiental. Otros factores son el ciclo menstrual, edad, estación del año, tipo de trabajo (diurno/nocturno), stress, ejercicio o ciertos medicamentos.
Desde el punto de vista de la cronobiología, existen tres tipos de personas: las alondras, madrugadores con gran vitalidad, los búhos, vespertinos y trasnochadores y los colibrís que son un término medio. En base a lo anterior se han llegado a numerosas conclusiones, os cuento algunas.
La peor hora para ir al dentista es a las seis de la tarde, pues los mecanismos analgésicos endógenos (por ejemplo, la producción de endorfinas) alcanza su mínimo alrededor de esa hora. Asimismo, la tolerancia al alcohol es mayor por las tardes.
En relación con la alimentación, el mejor momento para asimilar la glucosa es en la mañana, con lo cual las condiciones metabólicas óptimas para bajar de peso son cuando la mayor ingesta se hace durante el desayuno.
En promedio, el máximo rendimiento intelectual se produce entre las 10,00 y las 15,00 horas, y el físico durante la tarde, entre las 16:00 y 17:00 horas, cuando la temperatura corporal es más elevada.
Un mayor índice de errores se encuentra en trabajadores nocturnos alrededor de las tres de la mañana, también después de las horas del almuerzo (se haya o no ingerido alimento).
Algunas de las enfermedades que se presentan mayormente en las mañanas son la artritis reumatoidea (al empezar a moverse), depresión, migraña o el ataque de gota. Por las tardes son frecuentes la ansiedad, osteoartritis, bochornos de la menopausia o la úlcera péptica. Al anochecer es frecuente la dermatitis atópica.

¿Y qué ocurre durante la noche? Desde las tres a las seis de la madrugada, horas determinantes, la temperatura del cuerpo baja y la energía se destina a procesos de recuperación, estamos en el sueño profundo.
Con el sueño el cerebro se depura. Se limpian restos de productos metabólicos que han ido acumulándose durante el día. Esta limpieza hace que nuestras neuronas vivan más tiempo o se dañen menos. Si se duerme poco o el sueño es muy fragmentado, hay menos oportunidades de que las células “barrenderas” que limpian el cerebro funcionen.
El sueño se prepara de día y el día lo preparamos durante el sueño. Y para preparar el sueño durante el día hay que trabajar los buenos hábitos. La desconexión es uno muy importante y la desconexión digital ya ni os cuento.
Que no les quiten el sueño, sí o sí hay que dosificarles las pantallas. Más del 80 % de la hormona del crecimiento (GH) se segrega mientras duermen, el descanso es fundamental para su desarrollo físico e intelectual. Démosles una familia tecno saludable.



 
Jabón de bayas (laurel, rosa canina y espino amarillo). La pastilla quedó bastante dura por el alto porcentaje que lleva de cera de abeja y colofonia. Buena limpieza, abundante espuma y da volumen al pelo, lo aconsejo para cabellos lacios y delgados.


 

miércoles, 21 de octubre de 2020

Jabón de aceite de escaramujo y tintura de copal

 


Amo el otoño y amo su tristeza
su cielo gris, sus árboles borrosos
entre la niebla, vagamente hermosos...
¿no amáis también vosotros la belleza

desnuda del otoño? El alma empieza
a hacerse buena y honda ¡Y qué piadosos
se hacen los viejos sueños ardorosos!
¡Qué humana ahora la naturaleza!

Oh cielo bajo, luz tan tamizada,
luz tan vencida, compasivo empeño
de dar al hombre asilo y sombra amada.

No sé si el mundo es ya triste o risueño.
Dios se ha dormido. El alma está callada.
Se me ha llenado el corazón de sueño.

Sensación de otoño - Vicente Gaos-

Qué bonita poesía. Pero hablemos del jabón. Sus componentes son aceite de oliva, aceite de coco macerado con escaramujo (rosa canina) y otras hierbas que aún me quedan en el jardín (hierbabuena, lavanda y menta), aceite de girasol, cera de abeja y tintura de copal. Quiero recordaros que el aceite de coco es bajo en ácidos grasos, por lo que es uno de los mejores para absorber los principios activos de la planta, siempre y cuando nos interesen las propiedades medicinales de esta y no las del aceite. Para que os hagáis una idea el aceite de oliva tiene un 87,1 % de ácido oleico, el de coco 5,8 %.




"Cada hoja habla de felicidad para mí, agitando los árboles de otoño"
-Emily Bronte-

lunes, 5 de octubre de 2020

Pasatiempos. Sandalias de esparto

 

-Una selva de piedra-
-Sí, hecha por el hombre-
- ¿Nativos viven ahí? -
-Sí, viven y trabajan-
- ¿Por qué? -
-Para unificar sus esfuerzos, hacer las cosas aprisa y ahorrar tiempo-
- ¿Ahorrar tiempo? ¿por qué? -
-Esa pregunta que me haces todavía no ha podido contestarla nadie- “

Preguntaba Tarzán a Jane mientras sobrevolaban New York en busca de su hijo.
 
PASATIEMPOS
¿Os acordáis de la fórmula que nos enseñaban en el colegio: t = e/v (tiempo es igual a espacio dividido por velocidad)? Sí, viene a decir que cuanto más corramos antes llegaremos, ¿a dónde?, pues depende, habrá una respuesta por cada una de nosotras, yo, casi que me dejo llevar, flotando entre el espacio y el tiempo a velocidad cero, bueno… es que es un derecho que he adquirido por ir cumpliendo años y me permite ralentizar las veinticuatro horas que tengo al día.
Con el confinamiento se me desajustó la ecuación, no sabía qué hacer con el tiempo que antes tenía ocupado... como no se puede acumular. Al principio fueron largas sesiones de cine, cuatro o cinco películas por día, encantada. Después, acabé con todas las harinas de los supermercados, sí, era yo, obcecada en perfeccionar mis panes. Hice jabones y nuevas cremas corporales muy ricas que ya os enseñaré. Y hacia el final del encierro estuve empollando talleres sobre la elaboración de sandalias de esparto. Para esto último casi me faltó tiempo.
 
La idea de hacer las sandalias fue de mi prima Rosa, siempre a la última en todo, ella me asesora, no, me revoluciona con los cosméticos, ropa, zapatos, bolsos y cualquier cosa que sea tendencia: 
- ¡Ani! mira qué chulada, es tu estilo-
-Pero ¡¿qué rabillo te has puesto?! ¡déjame que te pinte! -
- ¿A dónde vas con ese pedazo de mochila? -
-Tengo que cortarte ese pelo-
 
Un torbellino que me pone las pilas.
 
Pues muy lanzadas nos pusimos manos a la obra, con toda la información y dos aprendices, nuestros maridos, que son requeteprolijos, manejables, que no sumisos, y de fiar. La verdad es que fue un acierto contratarlos.
Hicimos el pedido de lo que necesitábamos y del 3 al 9 de agosto, desde las 19,00 h a las 22,00 h, nos curramos las cuatro sandalias. El primer día los chicos quisieron dimitir, pero no les dejamos, totalmente convencidas de que se podían hacer. Y bueno, hubo algunos fallos que se corrigieron sobre la marcha, pero, ya veis que podemos estar contentas con el resultado. Para las de tiras rojas y negras aprovechamos retales de cuero que teníamos en casa, las de color beige están hechas con un viejo cinturón de cuero crudo que ya no me ponía. Suelas, plantillas y pegamento los encargamos a una tienda online especializada y para el montaje nos vimos cientos de vídeos. Solo hay que echarle ganas.









Le dimos cita a la abuela, al atardecer, para un corte de pelo. Rosa no es peluquera pero se apaña bastante bien, le da gracia al pelo respetando la forma natural de su crecimiento, dice que el corte así dura más.

miércoles, 26 de agosto de 2020

Jabones con leche de burra

Rita, Pocho, Flor, Dora, Juanita, Dulcinea, Casimiro, Armando,… son burros de raza zamorano-leonesa que se encuentran en peligro de extinción. Casimiro su cuidador vive con ellos y para ellos, cerca del Escorial, en la Sierra de Guadarrama y hablando con él te trasmite toda la ternura que siente por estos animales. Le conocí a través de mi hermano en una conversación de, como no, jabones: “tengo un amigo que hace jabones con leche de burra”, hablamos poco más y unos meses después, ayer, me trajo uno. Venía en una bolsita de arpillera y la abrí emocionada, me siento así cada vez que voy a descubrir un jabón nuevo. El color crema y la textura suave me gustó mucho pero el olor fue lo más, olía a lo que tenía, manteca de cacao. Lo probé con la punta de la lengua y era dulce, así que fui corriendo a la ducha a enjabonarme y adiviné los restantes aceites: oliva y coco. Un jabón purísimo y espléndido. Espléndido por la generosidad de sus ingredientes ¿Sabéis cuánto cuesta la leche de burra?, aproximadamente 140 € los 400 gr., y Casimiro tiene sobrante de esta leche. Una amiga suya que sabe de jabones le dio la idea y le formuló el jabón a su medida, con unos componentes que ya no tendría que cambiar, porque mejor… imposible.

Saqué uno de los míos para hacer una cata entre todos los que estábamos en la reunión (familiar) y coincidimos en que el de Casimiro dejaba el pelo más fino, con mi jabón el cabello tenía algo más de cuerpo (por la cera de abeja), pero hubo disparidad en el olor y es que yo fui la única que eligió el de Casimiro por esta cualidad, ese olor rumboso a manteca de cacao me fascinó.

Como veis en las fotos los jabones no tienen buen corte, pasó que me olvidé cortarlos a las 24 horas y endurecieron mucho y muy rápido, lo solucionó mi marido con una sierra eléctrica, qué pena. Llevan hidrolato de lavanda destilada a principios de agosto, aceite de oliva macerado con lavanda, cera de abeja y colofonia.





jueves, 13 de agosto de 2020

PH del jabón artesano


Jabón de aceite de coco, oliva y colofonia, con más de cinco meses de curación

Todo tiene su pro y su contra, incluso el jabón. Pese a su transcendental importancia en la historia para la protección de la salud a través de la higiene, parece que hay un movimiento contra la pastilla de jabón que sostiene que, además de eliminar gérmenes de la piel, también acaba con sus aceites protectores y altera su nivel de pH. La motivación de esta corriente es clara: alentar a los microbios a vivir en armonía en el cuerpo, animar a las bacterias a que se den un festín con el amoniaco del sudor y así obtener una piel equilibrada y de bajo mantenimiento. Billones de microbios protegiéndola de los patógenos y conservándola saludable al producir vitaminas y otros productos químicos útiles. Resumiendo, salvar la microbiota de la piel (colección de microorganismos que viven en ella) porque es la protectora en grado de excelencia. Y sí, es verdad, todo lo que perturbe nuestro ecosistema balanceado, en este caso el jabón, debe ser objeto de estudio y autocritica.

El jabón de sosa es alcalino por naturaleza (pH 8-10) y no se puede conseguir un pH menor si no es añadiendo agentes químicos o reguladores de pH (ácido cítrico o láctico), que ya sería otro proceso. Pero si el jabón está correctamente formulado es el que menos va a resecar la piel y no la va a dejar desprotegida, el cuerpo ya está adaptado a nuestro ritmo de higiene personal y reemplaza la capa eliminada por otra nueva en un plazo de menos de una hora, aproximadamente. Dicho esto, no hay que abusar ni del jabón ni de las duchas (el agua de grifo suele tener un pH entre 7 y 9), busquemos siempre el término medio, ese que tanto cuesta encontrar.

Si estáis de veraneo en la playa sabed que el agua de mar es también alcalina, pero qué bien sienta.


lunes, 27 de julio de 2020

Jabones premamá





Mujer: en un silencio que me sabrá a ternura,
durante nueve lunas crecerá tu cintura;
y en el mes de la siega tendrás color de espiga,
vestirás simplemente y andarás con fatiga.
_El hueco de tu almohada tendrá un olor a nido,
y a vino derramado nuestro mantel tendido…

…Un día, un dulce día, con manso sufrimiento,
te romperás cargada como una rama al viento.
Y será el regocijo
de besarte las manos, y de hallar en el hijo
tu misma frente simple, tu boca, tu mirada,
y un poco de mis ojos, un poco, casi nada. . .

Nueve Lunas -José Pedroni-




Jabones premamá de aceite de oliva virgen extra, con aceites esenciales de jazmín y bergamota.Todo cuidado es poco ante el sobreesfuerzo que hará la piel en los meses de gestación




lunes, 25 de mayo de 2020

Karité, aceite de oliva y ghee

Mirad que okupas tan lindas aparecieron en el huerto. Este año comeremos menos tomates, pero no pienso quitarlas.

"Oh, primavera de las amapolas,
tú que floreces para bien mi casa,
luego que enjoyes las corolas,
pasa".  
-Alfonsina Storni-


Mi otro okupa.


El jabón llevan aceite de oliva, karité y ghee. 

El ghee lo podéis comprar o lo podéis hacer. Es mantequilla ecológica sin sal, de vacas alimentadas con pastos naturales, cocinada a fuego lento. El tiempo depende de la cantidad y no hace falta remover aunque veáis espuma (sólidos de la leche) en la superficie. Hasta este punto es lo que se llama mantequilla clarificada, para el ghee hay que seguir cocinando. Estará listo cuando los sólidos de la leche hayan adquirido un tono tostado en el fondo de la olla, entonces se cuela con una gasa y se deja enfriar. Al haber suprimido la humedad y los lácteos no se pone rancio a temperatura ambiente a diferencia de la mantequilla, y conserva su sabor y frescura original hasta un año sin refrigeración. Tiene una consistencia cremosa y un sabor riquísimo parecido al de la nuez, muy valorado en la cocina tradicional india.

En cuanto a las propiedades está considerado como una metamedicina natural, un alimento superior con propiedades terapéuticas. Da un sabor delicado y delicioso a los platos y es un gran aliado para las cocciones a altas temperaturas. Consumido con moderación el ghee es un alimento sumamente interesante para incorporar a la dieta de todos los días. Ya sabéis que la mantequilla no contiene grasas trans, pero sí contiene altos niveles de grasas saturadas que pueden contribuir a niveles altos de colesterol si no se consumen con moderación. Aun así, diferentes tipos de grasas, incluidas las saturadas, son esenciales para una dieta saludableAdemás de su uso en comidas y preparaciones también se usa medicinalmente en la piel, para atenuar heridas, quemaduras y sequedad. Regenerador a tope.

Y como muchas veces se entrecruzan cocina y cosmética, trucos de esta me sirven para mejorar alguna receta culinaria y viceversa, enriquecí el jabón con este ingrediente. Belleza y gastronomía en pura sinergia.










jueves, 2 de abril de 2020

Jabones de cera de abeja y colofonia

¿Sabrá la primavera que la soñábamos como nunca?


¿Y vendrás tú? Por mis jardines vuelan
ya las primeras mariposas.
Sobre las rosas,
velan
de noche los cocuyos
entre los yuyos.
Sonríen las estrellas
pálidamente bellas.

¿Y vendrás tú? Se cubren
alegres, mis floreros
de madreselvas.
Anda por los largos canteros
la risa azul del nomeolvides
y se cargan las vides.

Selvas
tengo en el corazón;
árboles gruesos
prietos de ramas;
yuyos, retamas,
flores de malvón,
pájaros en las ramas,
todo eso tengo en el corazón.

¿Y vendrás tú?
Mis manos
fabricaron panales.
Yendo de rosa en rosa recogí miel;
hice linos; no recuerdo de males.

El lecho mío es blanco
y es Primavera. Huele
bien, el alto barranco
mojado por la ría.
Desde el mar que diviso
¿Vendrá tu vela?
Vuela,
primavera es gacela
fugitiva
y furtiva,
¡vuela!


- Alfonsina Storni-








El jabón es de aceite de oliva virgen extra, cera de abeja y colofonia, con raíz de lirio para fijar el aroma (cedro, lavanda, romero y árbol de té). La colofonia, a diferencia de otras veces, la incorporé en polvo facilitando muchísimo el manejo de la traza.





Una sola gota de agua con jabón puede matar legiones de bacterias y virus. Lo que es placentero para nosotros –el sonido del agua, el aroma del jabón, las burbujas y esa pausa que ahora debemos hacer, por consejo de las autoridades, acompañada de una canción-, para los microorganismos es altamente destructivo.

viernes, 6 de marzo de 2020

Jabón de camomila y cera de abeja



“...Pues... -empezó la nodriza- no es fácil de decir porque... porque no huelen igual por todas partes, aunque todas huelen bien. Veréis, padre, los pies, por ejemplo, huelen como una piedra lisa y caliente... no, más bien como el requesón... o como la mantequilla... eso es, huelen a mantequilla fresca. Y el cuerpo huele como... una galleta mojada en leche. Y la cabeza, en la parte de arriba, en la coronilla, donde el pelo forma un remolino, ¿veis, padre?, aquí, donde vos ya no tenéis nada... -y tocó la calva de Terrier, quien había enmudecido ante aquel torrente de necios detalles e inclinando, obediente, la cabeza-, aquí, precisamente aquí es donde huelen mejor. Se parece al olor del caramelo, ¡no podéis imaginar, padre, lo dulce y maravilloso que es! Una vez se les ha olido aquí, se les quiere, tanto si son propios como ajenos. Y así, y no de otra manera, deben oler los niños de pecho...”
EL PERFUME - Patrick Süskind-




Jabón de aceite de oliva virgen extra macerado con camomila y cera de abeja. Sin aroma





“Tibio amor con sabor a leche, te regalo mi alimento cultivado en el alma”
-Claudia Farías-