jueves, 26 de enero de 2012

De chocolate: jabón y mascarilla nutritiva con cacao puro






Ya le tocaba el turno al jabón de chocolate sólo que esta vez lo he acompañado de una crema, una mascarilla para el rostro.

Los aceites del jabón son oliva, argán, coco, manteca de cacao y cera virgen. La mascarilla, con los mismos aceites menos el de coco, lleva también aceite de almendras dulces e hidrolato de lavanda.

Les puse cacao, es un buen antioxidante y recomendado para personas que estén bajas de tono. Hay estudios que demuestran que el cacao ayuda a la producción de las llamadas sustancias de la felicidad (endorfinas y serotonina), estupendo para relajar y tonificar el cuerpo.

Para usar la mascarilla limpiar la piel y extender la crema por el rostro. Podéis crear calor si os cubrís con film transparente, penetrará mejor. Estar con ella al menos treinta minutos, es un auténtico refuerzo de hidratación.

Os recomiendo que busquéis un lugar para perderos y poder relajaros. Sentaos, cerrad los ojos y notar como os hundís en el sillón. Borraréis todas las tensiones musculares.
Retirar el exceso con un kleenex húmedo y aclarar con agua a temperatura ambiente, acabando con fría (cierra los poros y aumenta la circulación). Terminar secando la piel con ligeros golpecitos, sin arrastrar. Si no vais a maquillaros, dejad la piel un poco húmeda.

Y el toque final: un tónico en spray recién sacado de la nevera. Probadlo.

viernes, 13 de enero de 2012

Jabón facial de argán y miel.

 


 

Más pequeños que los demás pero con componentes de primera. Llevan aceite de oliva, aceite de argán puro macerado con lavanda, coco, manteca de cacao y karité. Con miel y agua floral de lavanda y algunos moteados con flores secas de camelia y jazmín.

Huelen muy suave, a una mezcla de lavanda y …. pues no sé describirlo pero es muy rico.

A mis jabones procuro ponerle muy poca fragancia, no soy partidaria de olores fuertes. ¿Habéis visto la película “el perfume” o “esencia de mujer”?, os las recomiendo. Es cierto que cada persona tiene su olor especial, único, como sus huellas dactilares. Nada más nacer el bebé sabe quién es su madre por su aroma, si lo oculta bajo cualquier tipo de perfume le confundirá.

Deberíamos respetar la personalidad de nuestra piel y a partir de aquí darle un pequeño toque de aroma, una ligera insinuación. Escuché a alguien decir que la piel debe aromatizar la fragancia acentuando el estilo, hacer suyo el perfume y no al revés.

Para pieles “únicas y especiales”.