viernes, 13 de enero de 2012

Jabón facial de argán y miel.

 


 

Más pequeños que los demás pero con componentes de primera. Llevan aceite de oliva, aceite de argán puro macerado con lavanda, coco, manteca de cacao y karité. Con miel y agua floral de lavanda y algunos moteados con flores secas de camelia y jazmín.

Huelen muy suave, a una mezcla de lavanda y …. pues no sé describirlo pero es muy rico.

A mis jabones procuro ponerle muy poca fragancia, no soy partidaria de olores fuertes. ¿Habéis visto la película “el perfume” o “esencia de mujer”?, os las recomiendo. Es cierto que cada persona tiene su olor especial, único, como sus huellas dactilares. Nada más nacer el bebé sabe quién es su madre por su aroma, si lo oculta bajo cualquier tipo de perfume le confundirá.

Deberíamos respetar la personalidad de nuestra piel y a partir de aquí darle un pequeño toque de aroma, una ligera insinuación. Escuché a alguien decir que la piel debe aromatizar la fragancia acentuando el estilo, hacer suyo el perfume y no al revés.

Para pieles “únicas y especiales”.