lunes, 15 de agosto de 2016

Jabones con macerado de lavanda, manzanilla dulce, caléndula y aceites biológicos. Para bebés





Pol es un bebé precioso. Ojitos azules, rubio, redondito y proporcionado. Muy risueño, apenas llora, bueno es que Vivi, su mamá, corre en cuanto le oye gemir y siempre le calma. Pero cuando tiene hambre sólo le tranquiliza una palabra y un gesto de mamá: -¿quieres?- señalándose el pecho. Pasa del llanto, en un segundo, a la sonrisa más simpática y ansiosa que he visto. Es el bebé soñado.

Me comentaba Vivi el olor tan agradable que le dejan mis jabones, cosa que me extrañó porque los que hago para los más pequeños no huelen. Una noche que le bañaron en casa, me acerqué a su cabecita y…, ya me lo esperaba, no era mi jabón, era el olor de Pol, rico rico a bebé.

Estos jabones los hice con un macerado de aceites biológicos, lavanda, caléndula y manzanilla dulce, también le añadí hidrolato de lavanda recién cosechada y destilada, vaya, que todo es poco para estas personitas tan tiernas.



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