miércoles, 10 de julio de 2013

Jabón natural de aceite de coco y ricino


 
Una leyenda popular dice que “las perlas son lágrimas de una remota luna tropical que caen al profundo océano y se solidifican”, bueno, es tan bonita que hay que creérsela, pero hoy en día que el 90 % de ellas son cultivadas, las numerosas narraciones y dichos que nos han llegado del pasado referentes a su valía, no tienen la misma repercusión y valor semántico. Es una pena.
Este es mi jabón para verano, adornado con una perlita y pequeños trozos de conchas marinas, por supuesto redondeadas por la erosión. Con aceite de oliva, argán, karité, ricino, coco, cera virgen y azúcar.
Siempre que viajo utilizo este jabón. Lleva un porcentaje de aceite de coco y ricino mayor de lo habitual. La finalidad es hacer un jabón más espumoso que pueda resolver en parte el problema de aguas duras que existen en algunas zonas. Estas aguas tienen un alto contenido en minerales, sales de magnesio y calcio, y no es el medio adecuado para que un jabón natural produzca espuma, la limpieza es la misma pero la sensación y resultado son diferentes. Le añadí azúcar que ablanda la pastilla y la hace más soluble en agua.
Para aguas excesivamente duras que apenas se puedan beber, utilizad una pizca de bicarbonato cuando enjabonéis el cabello y aclarad con agua mineral y unas gotitas de limón, terminando con el bálsamo capilar. Aun así, el pelo no va a responder igual pero estará sano y fuerte. Dejad las “siliconas capilares” para ocasiones puntuales.
La crema es de aceite de argán, jojoba, sésamo y karité. Lleva óxido de zinc, filtro mineral natural considerado como uno de los mejores ingredientes activos para un protector solar. Aunque soy más partidaria de utilizar prendas ligeras y de algodón cuanto se está expuesta al sol. Y echad números, cuanto más clara y sensible sea vuestra piel menos tiempo de radiación solar, buscad el equilibrio que os permita tener una piel sana y ligeramente bronceada.





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