Hechos a mano con aceites y mantecas de primera presión 100 % naturales, plantas medicinales ecológicas y esencias puras. Elaborados con fórmulas equilibradas, correctas y precisas adecuadas a las necesidades de cada tipo de piel.
miércoles, 21 de octubre de 2020
Jabón de aceite de escaramujo y tintura de copal
lunes, 5 de octubre de 2020
Pasatiempos. Sandalias de esparto
PASATIEMPOS
¿Os acordáis de la fórmula que nos enseñaban en el colegio: t = e/v (tiempo es igual a espacio dividido por velocidad)? Sí, viene a decir que cuanto más corramos antes llegaremos, ¿a dónde?, pues depende, habrá una respuesta por cada una de nosotras, yo, casi que me dejo llevar, flotando entre el espacio y el tiempo a velocidad cero, bueno… es que es un derecho que he adquirido por ir cumpliendo años y me permite ralentizar las veinticuatro horas que tengo al día.
Con el confinamiento se me desajustó la ecuación, no sabía qué hacer con el tiempo que antes tenía ocupado... como no se puede acumular. Al principio fueron largas sesiones de cine, cuatro o cinco películas por día, encantada. Después, acabé con todas las harinas de los supermercados, sí, era yo, obcecada en perfeccionar mis panes. Hice jabones y nuevas cremas corporales muy ricas que ya os enseñaré. Y hacia el final del encierro estuve empollando talleres sobre la elaboración de sandalias de esparto. Para esto último casi me faltó tiempo.
La idea de hacer las sandalias fue de mi prima Rosa, siempre a la última en todo, ella me asesora, no, me revoluciona con los cosméticos, ropa, zapatos, bolsos y cualquier cosa que sea tendencia:
- ¡Ani! mira qué chulada, es tu estilo-
-Pero ¡¿qué rabillo te has puesto?! ¡déjame que te pinte! -
- ¿A dónde vas con ese pedazo de mochila? -
-Tengo que cortarte ese pelo-
Un torbellino que me pone las pilas.
Pues muy lanzadas nos pusimos manos a la obra, con toda la información y dos aprendices, nuestros maridos, que son requeteprolijos, manejables, que no sumisos, y de fiar. La verdad es que fue un acierto contratarlos.
Hicimos el pedido de lo que necesitábamos y del 3 al 9 de agosto, desde las 19,00 h a las 22,00 h, nos curramos las cuatro sandalias. El primer día los chicos quisieron dimitir, pero no les dejamos, totalmente convencidas de que se podían hacer. Y bueno, hubo algunos fallos que se corrigieron sobre la marcha, pero, ya veis que podemos estar contentas con el resultado. Para las de tiras rojas y negras aprovechamos retales de cuero que teníamos en casa, las de color beige están hechas con un viejo cinturón de cuero crudo que ya no me ponía. Suelas, plantillas y pegamento los encargamos a una tienda online especializada y para el montaje nos vimos cientos de vídeos. Solo hay que echarle ganas.
miércoles, 26 de agosto de 2020
Jabones con leche de burra
Rita, Pocho, Flor, Dora, Juanita, Dulcinea, Casimiro, Armando,… son burros de raza zamorano-leonesa que se encuentran en peligro de extinción. Casimiro su cuidador vive con ellos y para ellos, cerca del Escorial, en la Sierra de Guadarrama y hablando con él te trasmite toda la ternura que siente por estos animales. Le conocí a través de mi hermano en una conversación de, como no, jabones: “tengo un amigo que hace jabones con leche de burra”, hablamos poco más y unos meses después, ayer, me trajo uno. Venía en una bolsita de arpillera y la abrí emocionada, me siento así cada vez que voy a descubrir un jabón nuevo. El color crema y la textura suave me gustó mucho pero el olor fue lo más, olía a lo que tenía, manteca de cacao. Lo probé con la punta de la lengua y era dulce, así que fui corriendo a la ducha a enjabonarme y adiviné los restantes aceites: oliva y coco. Un jabón purísimo y espléndido. Espléndido por la generosidad de sus ingredientes ¿Sabéis cuánto cuesta la leche de burra?, aproximadamente 140 € los 400 gr., y Casimiro tiene sobrante de esta leche. Una amiga suya que sabe de jabones le dio la idea y le formuló el jabón a su medida, con unos componentes que ya no tendría que cambiar, porque mejor… imposible.
Saqué uno de los míos para hacer una cata entre todos los que estábamos en la reunión (familiar) y coincidimos en que el de Casimiro dejaba el pelo más fino, con mi jabón el cabello tenía algo más de cuerpo (por la cera de abeja), pero hubo disparidad en el olor y es que yo fui la única que eligió el de Casimiro por esta cualidad, ese olor rumboso a manteca de cacao me fascinó.
Como veis en las fotos los jabones no tienen buen corte, pasó que me olvidé cortarlos a las 24 horas y endurecieron mucho y muy rápido, lo solucionó mi marido con una sierra eléctrica, qué pena. Llevan hidrolato de lavanda destilada a principios de agosto, aceite de oliva macerado con lavanda, cera de abeja y colofonia.
jueves, 13 de agosto de 2020
PH del jabón artesano
lunes, 27 de julio de 2020
Jabones premamá
y un poco de mis ojos, un poco, casi nada. . .