sábado, 27 de noviembre de 2010

Jabones naturales, pequeñas fábricas de glicerina


Los jabones elaborados de forma artesanal conservan toda la glicerina que se produce durante el proceso de saponificación, reacción química donde se forma el jabón y aparece la glicerina como subproducto. Es interesante la información que encontré y que recomiendo leerla para aclarar un poco este proceso:

"Hasta 1889 la gente no sabía bien cómo recuperar la glicerina del proceso de fabricación del jabón, de manera que la glicerina producida comercialmente provenía de la industria de la fabricación de velas (antiguamente las velas se fabricaban con grasas animales).
En 1889 finalmente se mejoró y se hizo viable el proceso de separar la glicerina del jabón. Debido a que el uso principal de la glicerina era para hacer nitroglicerina, que se utilizaba a su vez para fabricar dinamita, de pronto la fabricación de jabón se hizo muy rentable!! Tengo una teoría no probada sobre el hecho de que podríamos saber de dónde provienen la mayoría de los grandes fabricantes de jabón (y de la "caída" de los pequeños artesanos locales del jabón) desde aquella época de la historia.
El proceso de separar la glicerina del jabón es bastante complicado y hay muchas variaciones sobre el tema. En términos simples, el jabón se produce mediante la mezcla de grasas y lejía. Las grasas ya contienen glicerina como parte de su composición química (tanto las grasas animales como las vegetales contienen de un 7% a un 13% de glicerina). Cuando las grasas y la lejía interactúan se forma el jabón y la glicerina se desprende como un "subproducto". Pero mientras que, químicamente se desprende, a la vez queda mezclada en la masa de jabón.
Un artesano del jabón de proceso en frío simplemente volcaría la masa del jabón en moldes en este estadio del proceso, un fabricante comercial añadirá sal a la masa de jabón. La sal hace que el jabón cuaje y flote. Después de "espumar" el jabón queda la glicerina y un montón de impurezas, como jabón parcialmente disuelto, sal sobrante, etc. Separan entonces la glicerina mediante el proceso de destilación. Finalmente la decoloran filtrándola a través de carbón vegetal o utilizando algún otro proceso blanqueante".


Jabones de aceite de oliva macerado con lavanda, argán, coco, ricino y cera virgen






Jabón de rosas



"El jabón natural es ciencia y también arte, donde se combina conocimientos y creatividad". 

Y es verdad, cada pastilla es diferente, única por su olor, su color y su textura, aunque se empleé la misma fórmula.
Estos jabones aportan más ingredientes activos en su formulación que los convencionales. No llevan compuestos para rellenar texturas, para dar o eliminar olores o color, por lo que su efectividad es mucho más alta. Y la piel lo necesita, es el órgano más extenso del cuerpo que va a absorber todo aquello que le pongamos, así que deberá ser de la máxima pureza y calidad.

El jabón es de aceite de rosas, la reina de las flores, no solo por su perfume, también por sus cualidades suavizantes y nutritivas y por su eficacia contra las inflamaciones y rojeces de las pieles sensibles.


"¿Qué hay en un nombre? Eso que llamamos rosa tiene la misma fragancia con cualquier otro nombre"  (William Shakespeare)

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Jabón natural de algas



Al jabón natural hay que conocerlo, cuanto más sabes de él más te gusta, hasta el punto de crearte adición... como la mía. Hace años que ya no reparo en esos envases rebonitos o en esas pastillas de jabón irresistibles que nos ofrece el mercado con colores y aromas tan atractivos pero con componentes que en la mayoría de los casos desconocemos. Una ventaja muy importante que tengo al hacer mis jabones es que sé lo que llevan, sé que los ingredientes son de calidad y sé que van a ser estupendos para mi piel, como estos que os presento de algas nori, wakame y espirulina.
Cuando los estaba haciendo me venía el olor característico a mar y pensé en no añadirle esencia, pero no me atreví, puede que no guste y decidí incorporarle aceite esencial de árbol de té, es rico pero nada como el olor suave de un jabón que lleva solo su aroma. Y sobre la múltiples propiedades que tienen las algas destacar el alto contenido en vitaminas, minerales y oligoelementos que tanto gustan a nuestra piel.


"Vio el mar por primera vez en su vida. Era oscuro como los sueños y profundo como un letargo. En el viento fresco flotaba un agradable aroma a algas"
(Orhan Pamuk)

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Aceites de Oliva y de Argán como ingredientes principales



Básicamente trabajo con dos aceites que considero son los mejores, el de oliva y el de argán. Los extras que añado; aceites esenciales, arcillas, especias y otros aceites vegetales como el de coco, karité, mancteca de cacao, etc.; son ya específicos para preferencias, usos o tipo de piel. Si tengo que destacar una cualidad de estos jabones es la limpieza suave que proporciona al no contener detergentes, conservantes o fijadores que tanto perjudican nuestra piel, regenerándose mucho antes la capa protectora. Quizás la sensación que nos deja después del lavado puede asemejarse a otros, pero con al tiempo notaremos que la piel se fortalece y está más preparada para las agresiones externas.

  

martes, 9 de noviembre de 2010

Cómo distinguir un jabón natural del que no lo es


 
Si no conoces bien al jabón natural resulta difícil distinguirlo de otro que no lo es. A muchos de ellos se les denomina natural o artesano cuando son productos de la refundición de una barra de jabón industrial a la que se le han añadido grasas y perfumes. En otros casos, durante el proceso de elaboración, al jabón se le extrae la glicerina que luego es utilizada para cremas hidratantes. En los naturales la glicerina permanece en su totalidad aportando una textura suave y cremosa, tan cremoso que se aconseja el uso de jabonera pues si lo tenemos en contacto permanente con el agua se deshace, necesita respirar y secarse después de cada lavado. 
Al no llevar fijadores químicos ni fragancias apenas huele, el olor de los aceites esenciales, si los lleva, es efímero y esta característica, al menos para mí, es la que le hace inconfundible.
Su período de conservación es largo, por lo que no podríamos hablar de caducidad, pueden perder aroma y color pero su cualidad principal mejora con el paso del tiempo.

Leeros con detenimiento los ingredientes de los productos naturales que vayáis a consumir. En la mayoría de los casos los naturales están escritos en latín (nombre científico de las plantas), y los ingredientes de origen sintético son en inglés (nomenclatura química). Cuantos más nombres en latín, más componentes naturales.